jueves, 7 de abril de 2011

Warrants

Ya que en la última entrada hablé sobre un tipo de derivados financieros, seguiré en este nuevo artículo esa línea comentando los warrants, que constituyen otros derivados, más específicamente las opciones.

Estos son productos financieros que conceden el derecho, aunque no la obligación, de comprar (CALL) o vender (PUT) un activo que se denomina activo subyacente hasta una fecha previamente establecida (vencimiento) y mediante el pago de una prima (strike) que también se determina con anterioridad. Al vencimiento, el tenedor del warrant recibirá, en efectivo y de forma automática, un importe que se calcula mediante la siguiente fórmula:

  • Warrant CALL
  • Warrant PUT



Existen dos modalidades de warrant, según el tipo de ejercicio que efectúen:

  1. Warrants de tipo americano: se pueden ejercitar en cualquier momento hasta la fecha de vencimiento.
  2. Warrants de tipo europeo: sólo se pueden ejercitar en la fecha de vencimiento.
Los warrants suelen ser del tipo americano, lo que ofrece una garantía adicional al tenedor de poder ejercitarlos en cualquier momento durante la vida del warrant.


Los warrants admitidos a cotización en la Bolsa española se negocian en el Segmento de Negociación de warrants o certificados, a través de la plataforma electrónica de contratación de las Bolsas españolas, llamada SIBE (Sistema de Interconexión Bursátil Español).


Los warrants se compran y se venden en Bolsa como las acciones. En el mercado hay disponibles cientos de warrants para su negociación, por lo que es importante seleccionar el warrant adecuado respecto al activo subyacente seleccionado. Los warrants no sólo se diferencian por sus precios, sino que su potencial de desarrollo y actuación es también muy diferente según sean sus periodos de vencimiento y sus precios de ejercicio.






Entre las ventajas de los warrants podemos incluir:

  • Permiten obtener beneficios tanto en mercados alcistas (mediante los warrants call) como en mercados bajistas (mediante los warrants put).
  • La inversión necesaria para invertir en warrants es mucho menor que la necesaria si se invierte directamente en el activo subyacente de referencia. Esta circunstancia es debida al efecto apalancamiento, variable que nos indica que la variación potencial en términos porcentuales es mucho mayor en el precio de la prima que si se invirtiera directamente en el subyacente.
  • Se trata de un producto con pérdidas limitadas y beneficios ilimitados. Pérdidas limitadas a la prima que se pague por el warrant y beneficios ilimitados, ya que cuanto mayor sea el precio del subyacente de referencia mayor será la revalorización de la prima.
  • El warrant, como producto derivado, puede utilizarse como instrumento de cobertura de riesgos.
  • Tienen la liquidez garantizada por el emisor.

En cuanto a su contratación hay que señalar que los warrants son emitidos por distintas entidades, y una vez admitidos a cotización, se contratan mediante sistemas electrónicos y de forma continuada, como la mayor parte de los valores de renta fija y variable negociados en el mercado bursátil español.


Estos derivados se negocian en un segmento especial, con una normativa ajustada a las características y los específicos requerimientos de negociación de este tipo de producto. En consecuencia, la contratación de warrants se rige por las normas generales aplicables a la renta variable, con las siguientes particularidades:

  • Inexistencia de subastas de apertura y de cierre, manteniéndose las subastas de volatilidad, pudiendo estas últimas activarse si se estima que el precio teórico del warrant queda fuera del rango estático de precios.
  • La vigencia de las órdenes se limita a la sesión en curso.
  • El precio de cierre se determina tomando en consideración las mejores posiciones de compra y de venta existentes en el mercado al cierre de la sesión.
  • Incorporación del especialista de warrants, máximo uno en cada valor, como figura que contribuye a fomentar a liquidez y que favorece el proceso de formación de precios.
  • La contratación de bloques tiene una única modalidad, con condiciones particularizadas de precios e importe mínimo.
  • Previsión de interrupción de la negociación de warrants, principalmente por causas que afecten a los subyacentes.



Para entender de forma clara este apartado de las finanzas, os dejo un vídeo que me ha parecido que explica muy bien todo lo relacionado con los warrants. Esta es la primera parte, pero hay hasta cinco partes más que continúan la explicación, y que podréis encontrar en youtube. Este link os lleva directamente a la 2ª parte.





Y si después de esta información aún quedan dudas, aquí pongo otro documento que trata todos los aspectos de los warrants e incluye muchos ejemplos que facilitan su comprensión.

martes, 5 de abril de 2011

CDS

No, no os voy a hablar de los últimos discos musicales o los éxitos del momento. Como todos habréis augurado tras leer el título del blog, el tema que se va a tratar aquí no es el de los conocidos Cds o CD-ROM, sino que voy a hablar sobre algo menos conocido y sin embargo de gran importancia como son los Credit Default Swaps, de donde provienen las siglas CDS.

Un CDS o Permuta de Riesgo Crediticio es un contrato de seguro, y como tal, a cambio de pagar una prima, el tenedor del crédito puede asegurarse ante el riesgo de impago de un crédito que haya concedido. Se trata, entonces, de un instrumento financiero que permite la cobertura de riesgo sobre un contrato. Éste es un contrato bilateral en el que una de las partes compra protección sobre el riesgo de impago de una cierta cantidad de bonos o deuda, de una determinada compañía, durante un plazo especificado, y la otra parte vende esta protección. El comprador debe realizar una serie de pagos mediante una prima periódica llamada spread, a cambio del cual, en caso de que se produzca un impago, el vendedor tendrá que compensar al comprador por las pérdidas en esos bonos y la prima se dejará de pagar.






Como vemos, se asemejan mucho a la mecánica de los seguros, pues se paga una prima anual por una protección sobre ciertas pérdidas contingentes. Sin embargo también hay diferencias entre unos y otros, ya que en el caso de los seguros el bien asegurado existe de forma tangible y en cambio la cobertura de los CDS se realiza sobre un bien intangible, pues el comprador únicamente es dueño del título de deuda. Por otra parte, el CDS no son regulados dentro de las actividades de seguro, de modo que las entidades vendedoras de este no tienen que cumplir ninguna de las normas de solvencia ni de reservas que regulan el ejercicio de la actividad aseguradora, existiendo un mayor riesgo de contraparte o incumplimiento que en los contratos de seguros regulados como tales.



Los bancos, que son los que principalmente venden los CDS a los inversionistas, también pueden jugar el papel de comprador, asegurando la operación con otro banco. Para entender esto voy a poner un ejemplo que posiblemente facilite su comprensión: el Banco A compra 1.000 millones de euros en títulos hipotecarios del Banco B y quiere hacer un seguro para que en caso de que el Banco B quiebre, y por ello no pueda hacer frente a sus obligaciones de pago, el Banco A no pierda dinero y pueda recuperar su inversión. Entonces el Banco A contacta con la Entidad C y contrata un Credit Default Swap. El precio del CDS dependerá del nivel de riesgo asumido, así, si el riesgo de quiebra del Banco B es bajo, la prima a pagar será baja; y al contrario, cuanto más riesgo tenga el Banco B, mayor será la prima.


Los precios de los CDS dependerán de diversas variables:
  1. El riesgo de crédito de la entidad emisora del bono
  2. El riesgo de crédito de la entidad emisora del seguro
  3. Tasas de recuperación de ambas partes
  4. La correlación entre las probabilidades de fallidos de ambas partes
La contratación de los CDS se realiza a través de la ISDA (International Swaps and Derivatives Association), si bien, al ser estos contratos a medida o "Over the Counter" (OTC), no se negocian en un mercado oficial organizado, sino que pueden pactarse con las cláusulas y medidas que ambas partes acuerden.

Por otra parte, en el supuesto de que se produjese un default (impago), el CDS puede ser liquidado mediante dos vías, que teóricamente deben llevar a la misma transferencia neta, pero que realmente, en la práctica, puede provocar que el valor de mercado de los activos en default oscile mucho:
  • Liquidación física: el vendedor del CDS paga al comprador el valor nominal de la obligación de la entidad referenciada que éste tenga, y a cambio el comprador le entrega este título de deuda.
  • Liquidación por cash: el vendedor del CDS debe pagar al comprador la diferencia entre el valor nominal y el valor de mercado de una obligación sobre la entidad referenciada en el CDS.

Estos contratos cuya finalidad en un principio era la cobertura de riesgo contra impago de un crédito, se han convertido en una especie de mercado de derivados y han tomado mucho volumen provocando así riesgos sistemáticos, y por ello, los Credit Default Swaps han sido objeto de debate a partir de la crisis financiera de 2008 al haber sido utilizados como instrumentos de ataque a la deuda pública de algunos países como es el caso de Grecia. A principios de mayo de 2010 el spread de Grecia se redujo casi a la mitad gracias al acuerdo de creación por parte de los estados miembros del euro del EFSF (European Financial Stability Facility), que tiene como objetivo suministrar asistencia financiera para cualquier miembro de la zona euro con dificultades; en los meses posteriores volvió a duplicar su nivel mínimo de mayo. También ayudaron a la caída en 2008 de la empresa norteamericana American International Group (AIG). Algunos dirigentes como la canciller alemana Angela Merkel, se han mostrado partidarios de prohibir en la Unión Europea y en el G20 los CDS que pueden ser utilizados de forma especulativa para apostar contra los estados.

Spread de los CDS a 10 años de España, Grecia, Irlanda, Portugal e Italia en el años 2010

Spread de los CDS a 10 años de Reino Unido, Francia Estados Unidos y Alemania en el año 2010

A continuación he adjuntado un documento que explica brevemente en qué consisten estos contratos.

lunes, 4 de abril de 2011

Riesgo país y sus sistemas de calificación

Después de hablar del riesgo financiero y explicar cada uno de los tipos, me voy a centrar en uno de ellos: el riesgo paísEn el post anterior ya hice una breve introducción del riesgo país, así que ahora ampliaré esa información para conocer un poco más en qué consiste.

¿Qué es el riesgo país?
Es un índice de medición del riesgo que conllevan las inversiones para un país, causado únicamente por factores específicos y comunes de dicho país. Por tanto, cuando nos referimos a este término estamos hablando de la probabilidad de que un país, emisor de deuda, sea incapaz de hacer frente a sus compromisos y obligaciones de pago de deuda, en capital e intereses, en los términos acordados.


Este es el mapa que indica el riesgo país a nivel mundial a través de una escala de color, en la cual el verde intenso refleja el riesgo muy bajo o inexistente y el rojo intenso representa un riesgo muy alto.


  • Clasificación Riesgo País
Podemos considerar dos tipos de riesgo país:
- Riesgo soberano: es aquel que poseen los acreedores de títulos estatales si se diese el caso de que la entidad soberana no cumpliese con sus pagos de deuda por razones soberanas (económicas, financieras y políticas).

- Riesgo de transferencia: implica la imposibilidad de pagar el capital, los intereses y los dividendos, debido a la escasez de divisas que tiene un país en un momento determinado, como consecuencia de la situación económica en la que se encuentre.




Calificación del Riesgo País
Los indicadores del riesgo basan sus calificaciones de soberanos en numerosas condiciones económicas, sociales, y políticas. Factores tan diversos como la relación de deuda y exportaciones, la tasa de inflación, la tasa de desempleo, el nivel de ingreso, y la estabilidad política son tomados en cuenta para establecer un análisis del riesgo.
Las variables económicas que usualmente se han incluido en su evaluación tienden a medir la capacidad de realizar las transferencias internas y externas. En general, estas variables se pueden clasificar en tres categorías:
- Aquellas que miden la salud de la economía
- Las que se utilizan para medir la capacidad del sector público de afrontar los servicios de la deuda (la transferencia interna)
- Aquellas variables que son usadas para medir la capacidad de la economía de obtener divisas y cumplir con sus compromisos en moneda extranjera (la transferencia externa).


Este índice se expresa en puntos básicos, es decir, centésimas de punto porcentual (cada 100 puntos equivalen a 1%) y es calculado por varias entidades financieras como el banco estadounidense JP Morgan; por las agencias calificadoras de riesgo Moody's, Standard & Poors, Fitch IBCA; y por empresas como Euromoney. Uno de los propósitos centrales de las calificaciones es mejorar la disponibilidad de información para reducir el riesgo de las inversiones.


Cálculo de riesgo según Euromoney

Calificaciones de los países europeos


Para medir el nivel de riesgo país hay que hablar principalmente de los índices que elabora el banco J.P Morgan:

  • EMBI (Emerging Markets Bond Index o Indicador de Bonos de Mercados Emergentes): es el diferencial de la tasa de los bonos de un país emisor con respecto a los Bonos Bradys, es decir, los bonos estadounidenses y nos permite saber la probabilidad de impago de dicho país que estamos comparando con Estados Unidos. Para realizar el cálculo del EMBI se tienen en cuenta los bonos norteamericanos denominados en dólares y otros bonos soberanos reestructurados similares. Además estos son estrictamente líquidos, esto es, se compran y venden en el mismo día.

(TIR bono emisor de deuda - TIR bono estadounidense)·100


  • EMBI+ o EMBI Plus: es un indicador económico más amplio que el EMBI, pues incluye los bonos globales y otra deuda voluntaria nueva emitida durante los años 90. Para llevar a cabo este índice en primer lugar se determinan los países y los instrumentos financieros que lo integrarán. Estos países se engloban en el llamado mercado emergente, y son aquellos con habilidad para pagar la deuda externa.
EMBI+ de los países latinoamericanos

  • EMBI Global: También amplia el análisis respecto del EMBI+, utilizando un proceso de selección de países diferente y admitiendo instrumentos menos líquidos. En vez de seleccionar países de acuerdo a un cierto nivel de calificación crediticia soberano, como se hace con el EMBI+, el EMBI Global define mercados de países emergentes con una combinación de ingreso per capita definido por el Banco Mundial y la historia de la reestructuración de deuda de cada país. Este criterio de selección permite que el índice incluya países con calificaciones de deuda superiores a las exigidas para entrar al EMBI+, los cuales no eran considerados anteriormente como mercados emergentes.



Para finalizar el post voy añadir la lista que clasifica a los países por su riesgo en función de los Credit Default Swap a cinco años, que es sobre lo que tratará una de las siguientes entradas:

    viernes, 1 de abril de 2011

    Riesgo financiero y sus diferentes tipos

    En la vida, todos las decisiones conllevan un riesgo. Obviamente tomamos las decisiones que creemos más correctas, pero siempre cabe la posibilidad de que nos equivoquemos al escoger, de que la postura por la que optamos no sea la idónea. Todos los aspectos de la vida están expuesto a un riesgo, a un fallo en la toma de decisiones, y la economía no iba a ser menos. Por eso no estará mal que dedique unas palabras al riesgo financiero.



    El riesgo se puede definir como la probabilidad de que se produzca un daño en determinadas circunstancias, por lo que, extrapolando esto al campo de las finanzas, podemos concluir que el riesgo financiero es la incertidumbre asociada a una operación financiera, pues las inversiones no aseguran beneficios, sino que a veces conllevan a pérdidas a la hora de arriesgar un capital en mercados financieros muy volátiles, por lo que hay una amplia posibilidad de que estas operaciones fracasen. Esa incertidumbre podría ser la ligada al rendimiento de una inversión debida a la posibilidad de que una empresa no pueda hacer frente a sus obligaciones financieras (pago de intereses, amortización de las deudas...). Esto significa que el riesgo financiero es debido a un único factor: las obligaciones financieras fijas en las que se incurre.

    El riesgo de crédito o de insolvencia, que así es como se le conoce, se relaciona directamente con el riesgo económico puesto que los tipos de activos que una empresa posee y los productos o servicios que ofrece juegan un papel realmente importante en el servicio de su endeudamiento.



    Tipos de riesgo financiero


    Se pueden distinguir varios tipos de riesgo financiero, entre los que diferenciamos:

    - Riesgo de mercado: Se deriva de cambios en los precios de los activos y pasivos financieros (o volatilidades) y se mide a través de los cambios en el valor de las posiciones abiertas. Los factores de riesgo que determinan el precio de esos activos son, por ejemplo, las tasas de interés o el tipo de cambio.

    Cada día se cierran muchas empresas y otras tienen éxito. Es la capacidad empresarial y de gestión la que permitirá ver el futuro y elegir productos de éxito para mantener la lealtad de los clientes, preservar la imagen y la confianza. Dentro de este tipo de riesgo encontramos:

    • Riesgo de cambio: Hace referencia a cómo las variaciones en los tipos de cambio de las divisas afectan al rendimiento de las inversiones. Por tanto, es debido a la participación de una empresa en el comercio exterior, a través de la realización de inversiones materiales fuera de las fronteras del país, de la compra de valores en divisas extranjeras o simplemente de la compra y venta de mercancías al exterior. Un ejemplo de esto serían las compañías que adquieren sus materias primas a las empresas que residen en Estado Unidos que tienen una moneda distinta a la del país al que pertenecen aquéllas.


    • Riesgo de tipo de interés: Es el riesgo de que el precio de un título que devenga un interés fijo, como puede ser un bono, una obligación o un préstamo, se vea afectado por un aumento de los tipos de interés del mercado. Si los tipos de interés de mercado aumentan, su repercusión en el precio de los bonos de cupón fijo será negativa, y por el contrario si descienden los tipos de interés, su influencia sobre la cotización sobre el precio d los bonos de cupón fijo será positiva.


    • Riesgo de mercado: Se define como la pérdida que puede presentar un portafolio, un activo o un título en particular, originada por cambio y/o movimientos adversos en los factores de riesgo que afectan su precio o valor final; lo cual puede significar una disminución del patrimonio que puede repercutir la viabilidad financiera de la firma y la percepción que tiene el mercado sobre su estabilidad.

    - Riesgo crédito: Sería la pérdida a la que la entidad bancaria se ve sometida como consecuencia del incumplimiento de la obligación del pago por parte del cliente. Es decir, por no devolver al banco la cantidad prestada más los intereses, ya sea préstamos o crédito, tal y como se determina en el contrato. En este tipo de riesgo financiero, encontraríamos la tasa de morosidad, que sería el porcentaje que nos indica la parte de impago que existe en relación al importe total prestado al cliente por parte de la entidad financiera.

    Esto sería el caso de una política liberal de aprobación de créditos generada por contar con excesivos niveles de liquidez, y altos costos de captación, o por un relajamiento de la exigencia de evaluación de los clientes sujetos de créditos, ocasiona una alta morosidad.



      - Riesgo de liquidez: Se refiere a la incapacidad de conseguir obligaciones de flujos de efectivo necesarios, lo cual puede forzar a una liquidación anticipada, transformando en consecuencias las pérdidas en "papel" en pérdidas realizadas. Es, por tanto, la posibilidad de que una sociedad no sea capaz de atender a sus compromisos de pago a corto plazo, o lo que es lo mismo, atender las peticiones de reembolso y demanda de liquidación de sus clientes, puesto que no tiene reservas líquidas suficientes para cumplir con sus obligaciones financieras.

      Las entidades financieras deben resolver diariamente la estimación de la cantidad de dinero que deben mantener en efectivo para atender todas sus obligaciones a tiempo. Algunas de esas obligaciones son la recuperación de la cartera de sus proveedores de fondos, ya sea al final del término de un depósito a plazo, o cuando el cliente de cuenta de ahorro o corriente los requiera.


      - Riesgo legal: Este tipo de riesgo se presenta por la posibilidad de que existan errores en la formulación de los contratos, bien sea por violaciones e incumplimientos de las leyes, reglas y prácticas, o porque los derechos y obligaciones legales de las partes respecto a una transacción no están bien establecidos. Es decir, este tipo de riesgo supone la realización de una pérdida debido a que una operación no puede ejecutarse por no existir una formalización clara o no ajustarse al marco legal establecido. Se pueden distinguir tres modalidades:
      • Riesgo en la Documentación: Es el riesgo derivado de documentos incorrectos o extraviados, o a la inexistencia de los mismos.
      • Riesgo en Legislación: Riesgo de que una operación no pueda ser ejecutada por prohibición, limitación o incertidumbre en la legislación o por errores en la interpretación de la misma.
      • Riesgo en la Capacidad: Se refiere a dos conceptos: riesgo de que la contraparte no tenga capacidad legal para operar en un sector, producto o moneda determinada y el riesgo de que las personas que actúan en nombre de la contraparte no cuenten con poder legal suficiente para comprometerla.


      - Riesgo transacción: Se trata del riesgo asociado con la transacción individual denominada en moneda extranjera: importaciones, exportaciones, capital extranjero y préstamos.


      - Riesgo traducción: Surge de la traducción de estados financieros en moneda extranjera a la moneda de la empresa matriz para objeto de reportes financieros.


      - Riesgo país: Éste afecta a las deudas de un país, por circunstancias distintas del riesgo comercial habitual, por lo que mide el grado de riesgo que entraña un país para las inversiones extranjeras. No me voy a extender explicando este tipo de riesgo puesto que lo trataré de forma más amplia en el siguiente "post".

      lunes, 28 de marzo de 2011

      Subasta de Bonos

      En este post continúo profundizando en la Deuda Pública, centrándome ahora en los Bonos del Estado, otro tipo de valores del Tesoro español como son las Letras del Tesoro a las que dediqué la última entrada publicada.




      Los Bonos del Estado son valores de renta fija emitidos por el Estado, mediante los cuales el inversor presta dinero al Estado para financiar el déficit público, percibiendo una remuneración en forma de tipo de interés al final de cada año. Actualmente los plazos de emisión son de 3 y 5 años. Se emiten a un plazo superior a dos años,con vencimiento a medio o largo plazo, y generan rentabilidad para el inversor normalmente a través de pagos periódicos (cupones) hasta el momento de su vencimiento, en el que se abona el valor de amortización del bono y se paga el último cupón.


      Subasta de Bonos
      El Tesoro publica al inicio de cada año en el BOE el calendario de subastas de los diversos tipo de Valores, y éste permanece vigente durante todo ese año y el mes de enero del año siguiente. En este calendario se incluyen además de las fechas de subasta, las de presentación de peticiones y las de desembolso, tanto de los Bonos como de las Obligaciones del Estado para el año 2011.




      La subasta es el procedimiento general de emisión de activos del Tesoro, a través del cual los inversores presentan sus peticiones, que pueden ser competitivas, si refleja los precios que están dispuestos a pagar por los valores; o no competitivas, si no refleja dichos valores. El emisor decide el precio mínimo que acepta recibir, rechazando todas las peticiones a precios inferiores al mismo.


      Los Valores se pueden adquirir en el momento de su emisión, en el mercado primario. Esta forma de adquisición se denomina suscripción. El Tesoro los emite mediante subasta competitiva. En el caso de los bonos, el valor nominal mínimo que puede solicitarse es, al igual que en las Letras, de 1.000 euros y las peticiones por importes superiores han de ser múltiplos de ese nominal. El Tesoro realiza una serie de subastas del mismo activo en meses sucesivos hasta que el importe de esa emisión se aproxima a los 10.000/15.000 millones de euros, asegurando así la liquidez en el mercado secundario. Cualquier persona física o jurídica puede formular peticiones de suscripción de los Valores del Tesoro en la correspondiente subasta, a través de la Entidad Gestora en que desee que los valores queden registrados; tales peticiones se consideran compromisos en firme de adquisición de los Valores del Tesoro solicitados, de acuerdo con las condiciones de emisión.



      En el mercado secundario se intercambian Letras, Bonos y Obligaciones ya emitidos (en el mercado primario), y en él participan la inmensa mayoría de los intermediarios financieros. La compra de los activos en este mercado se puede realizar de diversas formas:
      1. A través de un intermediario financiero (bancos, cajas, sociedades o agencias de valores...), fijándose el precio libremente entre la entidad y el cliente.
      2. A través de la Bolsa. En este caso, el precio es consecuencia de las numerosas órdenes de compra y venta que se cruzan cada día en la Bolsa.
      Rentabilidad de los Bonos del Estado
      Los bonos tienen una rentabilidad bastante menor que las obligaciones, pero en contraposición, su plazo más corto evita la fuerte volatilidad en sus precios que puede llevar a bajo rendimiento suponiendo que se quiera vender el bono del Estado antes de su vencimiento.
      • Rentabilidad última subasta


      La rentabilidad de los Bonos y Obligaciones del Estado depende de su cupón fijo y del precio efectivo que se paga al adquirirlos. Estos se emiten con un cupón fijo, que es el interés nominal, generalmente periódico y expresado como un porcentaje del valor nominal del activo, que tienen derecho a percibir los propietarios de un bono, cuya cuantía se ha fijado en el momento de la emisión. Cada año los inversores recibirán el cupón que corresponde a los Valores adquiridos. De esta forma el inversor conoce con exactitud, al comienzo de su inversión, la rentabilidad que la misma le va a generar anualmente.


      Pero el cupón no debe confundirse con la rentabilidad de la inversión, pues para calcularla hay que tener en cuenta el precio efectivo pagado al comprar los Bonos. Así, si el precio pagado al comprar el Bono es inferior a su valor nominal, la rentabilidad anual de la inversión será superior al cupón nominal. Si, por el contrario, el precio pagado es superior a esa cifra nominal, el rendimiento anual será inferior al cupón anual.
      • Cálculo de la rentabilidad
      Para calcular la rentabilidad de una inversión en Bonos, se aplica la siguiente fórmula de capitalización financiera:


      Donde:
      P= precio de compra o de suscripción del Bono en la subasta
      Fi= cupón en euros recibido cada año i
      C= cupón corrido en euros, es decir, el cupón devengado por el Bono desde el último pago de cupón hasta la fecha de compra o venta del Bono
      R= tipo de interés o rentabilidad
      qi= número entero de años entre la fecha de emisión y la fecha de amortización del Bono
      di= número de días entre la fecha de emisión y la fecha resultante de estar qi años a la fecha de pago
      bi= 365 ó 366 días, según el número de días del primer período anual de devengo de intereses.


      Para finalizar, dejo aquí el link de una noticia de actualidad sobre los bonos y demás títulos del Tesoro español.

      domingo, 27 de marzo de 2011

      Letras del Tesoro



      Las Letras del Tesoro son activos emitidos mensualmente por el Tesoro Público mediante subasta, y dan nombre a la deuda pública a corto plazo, siendo además valores de renta fija. Esta frase puede que no deje muy claro qué son, así que vamos a desarrollar un poco más en profundidad el contenido de la misma.




      Se trata de un activo emitido por el Estado cuyo nominal mínimo es de 1.000€, pudiendo haber peticiones superiores a esta cifra siempre y cuando sean múltiplos de aquella cantidad. Estos valores de renta fija se representan únicamente mediante anotaciones en cuenta, y se crearon en junio de 1987, cuando se puso en funcionamiento el Mercado de Deuda Pública en Anotaciones. Son emitidos al descuento, por lo que su precio de adquisición es inferior al importe que el inversor recibirá en el momento del reembolso. La diferencia entre el valor de reembolso de la Letra (1.000 euros) y su precio de adquisición será el interés o rendimiento generado por la Letra del Tesoro.

      Este producto financiero es una buena opción en época de crisis como los que se están atravesando ahora ya que no suponen un gran riesgo para el inversor, pero esto quiere decir que la rentabilidad será baja, puesto que a menor riesgo, la rentabilidad decrece. Es así porque, como ya he dicho, se trata de valores a corto plazo, por lo cual las variaciones de su precio en el mercado secundario son reducidas, lo que hace que el riesgo disminuya para aquellos inversores que quieran vender estos valores en el mercado antes de su vencimiento. La rentabilidad de las Letras del Tesoro se marca en las subastas del Tesoro Público, que se celebran según un calendario, el cual, a su vez, depende de las necesidades de financiación del Estado.


      Actualmente, el Tesoro emite Letras con plazos de 3, 6, 12 y 18 meses, y la rentabilidad viene siendo muy baja, como consecuencia de la demanda de deuda pública del Tesoro español. En la siguiente figura se observan las rentabilidades asociadas a cada plazo de la última subasta:




      Frente a otros instrumentos de ahorro que no permiten rescatar el capital hasta que no se cumple un determinado plazo (la muerte en caso de los seguros de vida, la jubilación en los planes de pensiones...), estos activos pueden ser vendidos antes de su vencimiento en la bolsa de Deuda Pública. Otra ventaja que ofrecen las Letras es que no sufren la retención exigida por ley, por lo que se pueden adquirir en cualquiera de las sucursales del Banco de España o a través de alguna otra entidad financiera (con una comisión por las operaciones). Tributan en el IRPF al tipo fijo del 19% (para los primeros 6.000€ de renta del ahorro obtenidos por la persona física) y del 21% (para las rentas que excedan de los 6.000€ indicados).


      Aquí dejo un documento pdf que puede resultar útil a la hora de comprender el tema que estamos tratando, ya que incluye un ejemplo de inversión en Letras del Tesoro.
       


      Grandes nubarrones

      Sin duda, un tema relevante que no podría faltar en un blog financiero es el de la Crisis de Deuda Pública, y más en esta situación que está atravesando el país. Creo que es trascendental tratar tal cuestión y ampliar conocimientos sobre dicho asunto, por lo que no voy a dedicarle solamente esta entrada sino varias.

      Para empezar, es conveniente tener claro el concepto de Deuda Pública. Se entiende por ello el conjunto de títulos de renta fija que son emitidos por el Estado y que se corresponden con la deuda que tiene contraída con los inversores que han suscrito dichos valores, y cuenta con la garantía del Estado. Esto permite por tanto obtener recursos financieros por el Estado o cualquier poder público, constituyendo así una solución de los países para resolver el problema de la falta puntual de dinero. Esos títulos de deuda pública a los que me he referido son las Letras del Tesoro, los Bonos y las Obligaciones del Estado, los cuáles son emitidos mediante subasta. En la siguiente figura se muestra la rentabilidad de la última subasta de activos:






      Para más información sobre las variaciones del Tesoro en el último mes, se puede acceder al Boletín Oficial, donde podrá encontrar datos de las subastas, del volumen de la deuda, etc. Además, este documento que adjunto a continuación explica en qué consisten los diferentes Valores de la Deuda, haciendo referencia a las rentabilidades y compra y venta de los mismos; y aclara también muchos otros conceptos relacionados con el Tesoro.




      Como todos sabemos, pues es un tema que llena las portadas de los periódicos y ya se ha hecho con un hueco en cada telediario todos los días, España está sumergida en una fuerte crisis desde hace un par de años. Pero esta crisis, causada sin duda por la crisis financiera, no ha afectado únicamente a nuestro país, sino que tiene una repercusión mundial que ha llevado al endeudamiento a países como Estados Unidos, que precipitó así la crisis de toda la zona europea. El déficit público, generado por el exceso de gastos sobre ingresos, ha provocado por tanto el gran  aumento que ha sufrido la deuda en estos últimos años a escala mundial, ya que el Estado financia ese gasto mediante el cobro de impuestos y la emisión de los activos de renta fija.


      Deuda Pública en el mundo según el porcentaje del PIB en 2009


      Deuda Pública como % del PIB en 2010


      En el caso de nuestro país, las pérdidas económicas que se han producido han provocado una desconfianza considerable por parte de los mercados, los cuales dudan a la hora de prestarnos, por lo que el Estado se ha visto obligado a emitir más Letras y demás activos con la finalidad de refinanciar los vencimientos de deuda y cubrir nuevas necesidades financieras. Pero España no es el estado que se encuentra en peor situación, pues países europeos como Irlanda y Grecia ya se han declarado insolventes, y han tenido que recurrir al Fondo de Rescate de la Unión Europea para poder hacer frente a los costes del país. Otros como Portugal, siguen un camino semejante, aunque este último aún considera que no deberá ser rescatado por la UE, pero fuera de sus fronteras se proclama ya la inminente necesidad de ese rescate.




      La situación de Portugal deja a España en una mala posición pues gran parte de las entidades financieras españolas estaban expuestas a la deuda pública portuguesa, y si Portugal no puede devolver esa deuda, los bancos españoles se verían muy afectados, llegando a déficits altísimos que supondrían la acumulación de más deuda pública ya que estos bancos son una importante fuente de financiación del Estado. Visto esto, la cuestión que todos nos hacemos es si España se verá arrastrada junto con Portugal, o mejor dicho, cuánto tardará en verse arrastrada a la misma situación del país vecino.

      Para finalizar el post, voy a dejar un vídeo en el que el Vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, hace referencia al continuo crecimiento de la deuda pública en el pasado año y en este.